Esta es mi historia
Proyecto de formación para periodistas locales en zonas de conflicto
El objetivo es dotar de herramientas periodísticas, tanto narrativas como audiovisuales, a colectivos en zonas que sufren una situación de conflicto o postconflicto.
¿Por qué?
El uso cada vez más globalizado de las nuevas tecnologías ha permitido abrir «ventanas» informativas a zonas castigadas por la guerra de la mano de residentes en países como Irak, Libia, Siria… El estallido de las llamadas «primaveras árabes» en Oriente Medio y el norte de África provocó un aluvión de imágenes que llegaban casi siempre teléfonos móviles y a través de las redes sociales. Ha pasado casi una década desde eclosión y las imágenes siguen llegando, lo cual no implica que tengan un impacto en la opinión pública. Las fotos y los vídeos llegan sin filtro y encadenadas en un maremagnum del que suele resultar difícil extraer la historia que alguien busca contar. En el mejor de los casos se trata de activistas locales que, como tales, no consiguen hacerse eco en los medios de prensa internacionales por no encajar su trabajo en los parámetros generales del discurso periodístico (objetividad, equilibrio entre las fuentes, etc). A pesar de la normalización de las tecnologías, citadas, la mayoría de las historias que leemos en prensa nos siguen llegando a través de corresponsales extranjeros periodistas independientes que no necesariamente dominan las claves del país en el que trabajan. Por si fuera poco, las modas y los vicios del sector hacen que muchas de las historias se repitan y acaben retroalimentándose; no solo nos quedamos en la superficie, sino que incluso llegamos a distorsionar realidades que resultan muy difíciles de desentrañar desde nuestra visión occidental. Dotar de herramientas periodísticas a gente que vive los conflictos en primera persona no solo ha de contribuir a una mayor higiene del sector periodístico en general, sino que también permitirá a muchos periodistas locales conseguir unos ingresos por su trabajo con los que afrontar las dificultades en su lugar de origen y residencia.
¿Cómo?
La actividad se desarrollará sobre el terreno de forma intensiva (mañana y tarde) durante cinco días y con grupos de entre cinco y ocho personas. Al final del curso, los alumnos han de ser capaces de manejar el lenguaje periodístico básico en formatos de noticias y reportajes de prensa así como el multimedia (fotografía y vídeo). También sabrán cómo ofrecer su material a la prensa internacional.
¿Quién?
Los miembros de Ronak serán los encargados de impartir las clases. Cuentan con una sólida carrera profesional en zonas de conflicto y su trabajo ha sido publicado por medios y cabeceras tan prestigiosas como el New York Times, Washington Post, The Guardian, las agencias de fotografía AP y AFP o la radio televisión pública británica BBC. Su labor ha sido reconocida con numerosas distinciones entre las que se incluyen dos premios Emmy, el Picture of the Year o el NAB Reporting Award, entre muchas otros premios.